LA COLUMNA DE MARIO LIZANA

HACIENDO CULTURA…… desde los ritos hasta mejorar la calidad de vida..
Hace poco asistí a la conmemoración del fallecimiento de don Romualdo Aburto oriundo de la localidad de la Batalla, a la que fui invitado, y donde de una manera muy interesante y con sentido de procesión, se comenzó a recordar, reconocer y poner en común la memoria de este buen hombre por su familia y amigos cercanos.
Esta manifestación espiritual que partió por la lectura bíblica hasta la homilía, permitió para los allí presentes, recordar los valores de don Romualdo, explicitados de forma simple y amigable por nuestro cura, sacerdote y padre Andrés, acuñando una frase única para cada final; “lo que se hizo fue por el amor de Dios”.
El Perdón, la sangre del cordero, la bienaventuranza del gloria, pasando por la oración, llegamos a un rito que en mi caso me activa: la paz, donde nos desbordamos para y de diferentes formas regalarnos simbólicamente esa energía de amor y regocijo humano.
Y, es aquí donde quiero detenerme:
Los caseríos como el nuestro (emulo pueblo a caserío); guardan en sí mismos esos espacios de comunidad donde se expresan estos valores de la manera más concreta: la comunión, fraternidad y la solidaridad, cuyo ritual se dio a través de los objetos (para este caso unos matecitos sellados), de la tierra de este gran luchador; y de la vociferación, donde las palabras fueron el eje del recuerdo vivo de la manifestación realizada.
Estos procesos constitutivos de la memoria, son los que traemos tantas veces al diario vivir, para mirarnos y vernos de lo que somos, de los valores que traemos de la cuna y de lo que proyectaremos y proyectamos en las vidas sucesivas.
Qué importancia tuvo los RITOS que allí se dieron, que seríamos sin ellos, y pensar que son la base y cimiento de nuestras propias identidades, como cristianos y católicos (los allí reunidos), posteriormente comprometidos con la familia y también trasformadores de lo que nos toca, para este caso, solidaridad y justicia social.
Pues bien, esto de los Ritos es parte de la cultura y brazo de la Identidad que construimos los pueblos, que en tantas partes de nuestro querido Chile se encuentran ausentes.
Y siendo consistente conmigo mismo, me permito reclamar que probablemente en la columna anterior donde se abordo el Acerbo y la Identidad como base para el desarrollo, haya podido ser un poquito denso, disculpa necesaria de mi parte, aunque el motivo interior que me moviliza sin mediar donde este, es “MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA”.